Por Gabriel Páramo///Semillero65
Ciudad de México,(13-06-2024).-Cuando yo era chico, de nueve o diez años, tuve una época de obsesionarme por la edad (lo que me ha ocurrido otras veces en mi vida). Pensaba en que para el siglo XXI tendría ¡más de 40 años! lo que me parecía una edad matusalénica e incordiaba a mi mamá con preguntas tales como: “¿son muchos 43 años?”, “¿crees que pueda llegar a ser tan viejo?”, y me preguntaba si al llegar al año 2001 me vería como el, me parecía, ancianísimo doctor Zachary Smith, de “Perdidos en el espacio” (mi serie favorita de todos los tiempos).
Jonathan Harris, quien entrañaba al perverso, pero genial doctor Smith de la serie, tenía para 1965-68 (años en que se transmitió) entre 51 y 54 años, pero se veía cuarentón; mi mamá apenas superaba los 30 y la vejez por todos tan temida quedaba muy, muy lejana, y la mayoría de los temores que tenía de ella jamás se materializaron, aunque sí otros, bastante desagradables.
Reflexionando sobre esos años me doy cuenta de que la sociedad ha cambiado. Gente que yo consideraba verdaderos ancianos eran personas, máximo, de 55 años; mi abuelito tenía por las épocas de “Perdidos…” entre 65 y 68, mi edad actual, el presidente Díaz Ordaz de infausta memoria andaba por los 57 en el 68. Además, mucha gente en edades en las que ahora siguen activos ya estaban camino al mítico cementerio de elefantes versión Homo sapiens.
Para esta muy breve columna nada mejor que una canción de los Beatles de las que no me gustan, pero que queda muy bien para estas nostalgias de la edad. La letra de “When I’m Sixty-Four” (Lennon-McCartney, 1967, aunque es totalmente de Paul) trata sobre el envejecimiento y el paso del tiempo. En la canción, el narrador se pregunta si su pareja aún lo querrá y necesitará cuando ambos sean mayores, específicamente a los 64 años. La canción refleja una visión nostálgica y optimista sobre el futuro y la vida en pareja, imaginando una vida doméstica tranquila y feliz juntos en la vejez.
La canción aborda temas de amor, longevidad, y el deseo de una vida conjunta y estable en la vejez. Es una de las pocas canciones de The Beatles que toca directamente el tema del envejecimiento con un tono ligero y humorístico, en contraste con el tono más experimental y serio de muchas otras canciones del álbum “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band”.
Y es que es feo llegar a viejo, pero mucho más feo no llegar.
