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¿Cómo vives tu vejez?

Por Gerardo Romo/// Semillero65

"Nunca me echaron a la escuela”
Narciso Hinojosa Guerrero  

90 años  
Ando batallándole mucho a la vida, no puedo caminar, hace 15 años que murió mi mujer, vivo solo. 

De día me vengo por aquí a navegar y a las 4 de la tarde me voy a cuidar de velador una casa de noche voy para 14 años me pagan muy poco 700 pesos a la semana.

En mis buenos años sembraba maíz y frijol acá por el lado de Genaro Codina, cuidaba chivas y borregas, mi primer trabajo fue andar haciendo carbón y leña, aquí vendía madera, aquí me la pasaba, pero entonces no había tráfico. 

Yo sufrí mucho en la sierra, mucho, yo  tuve 17 hijos, ahora me quedan trece, mis nueras me dan de comer.  

Yo no sé nada, yo me crié en la sierra, a mi nunca me echaron a la escuela mis papás,  me hubiera gustado aprender a leer y escribir. 

Yo me fui a Estados Unidos a la edad de 28 años me salió un trabajo pero bueno yo fui escogido entre 40 personas, estaba pizcando limón y jitomate entre 40 braceros fui el escogido y no lo pude ganar porque no sabía leer tenía que estar pesando nomás viendo los números, pero como no conocía ni un número ni una letra, entonces me dice el jefe, pos chíngate por pendejo, sino yo hubiera echo buen dinero, nomás duré tres meses allá. 

Cuando me enfermo me llevan mis hijos al doctor, es muy bueno,  allá por el cerrito. A ése doctor le llevan gente en camilla y salen caminando. A los 15 días que murió mi mujer yo estaba muy malo, traía un dolor muy feo y el doctor me lo quitó. 

No me gusta estar pidiendo limosna en la calle porque los de mi tierra son muy burlescos, por eso no quiero pedir, pero ahora si quiero, tengo necesidad.  

"Tengo 7 años sin un trabajo fijo"
Constantino Alamillo
Originario de Guadalupe, 65 años  
Yo vivo hasta ahorita bien, todavía puedo caminar poquillo y trabajar un poco, ahí la va uno pasando a veces mal, a veces bien. Hay que hacerle la lucha a vivir lo que se pueda y cuidarse uno.  

Yo conozco muchos señores más nuevos que yo y andan bien chuecos, unos no pueden caminar, otros ya se murieron, está trabajoso en la vida. 

Tengo una muchacha estudiando y a veces que no le ajusta uno bien el dinero para todo lo que necesita. Pasarla mal en la vejez para mí es que ya no puede uno trabajar al cien y por eso se siente uno en desventaja, ya no puede uno igual que cuando estaba uno joven. 

Se me acabó un trabajillo que tenía, yo cuidaba unos animales, les daba de comer, pero ya se acabó el trabajo. Ando por ahí, a veces me convido a hacer algo con algunos compañeros. Desde hace 7 años no tengo un trabajo fijo, es una situación que lo desespera a uno.  
"Los Jóvenes deben consultar a los ancianos"
Manuel Ponce Haro, sacerdote
Edad 86 años  
Vivo mi vejez más o menos bien. Uno sabe que se va acercando a la muerte, entrar de esta vida terrena a la eterna, entonces uno tiene qué prepararse para morir bien para estar en paz con Dios, porque los que entran a la vida eterna si mueren en pecado mortal van al infierno, si mueren en gracia de Dios van al cielo. Una buena preparación es estar bien confesados, estar bien arrepentidos, hacer las cosas bien.
Un sacerdote o cualquier persona debe hacer bien las cosas que le toca hacer y si cumple  con las obras de caridad con el prójimo vive en gracia de Dios y se salva. La vejez  es una etapa en la que uno tiene que prepararse para la vida eterna. 

Fui ordenado sacerdote en 1962, me ha tocado trabajar en muchas parroquias de toda la diócesis, actualmente  colaboro en el templo de La Medalla Milagrosa.  

Yo trabajé en las parroquias de manera activa hasta los 80 años, después, el señor obispo, debido a mi edad avanzada me cambió y me pidió estar en un trabajo más sencillo, hoy tengo poco trabajo, oficio unas dos misas a la semana. 

Los ancianos son personas  que han acumulado experiencia y sabiduría, entonces las personas jóvenes deben consultar a los ancianos, es una buena idea. 
"Soy un pájaro errante"
Luis Ibarra García
Artesano ambulante
Originario del Estado de México
Edad 65 años
Lo veo difícil, a esta edad que tengo nadie me da trabajo, lo que me sostiene es la artesanía, hago molcajetes que aprendí a hacer desde niño y eso es lo que me ha mantenido a mi y a mi esposa. 

Si tuviera estudios una empresa me pagaría, pero yo ando por la vía pública del País buscando la vida.

Brinco como pájaro errante, ahorita estoy aquí, mañana me voy para Durango y así le sigo hasta que se me acaban y vuelvo a casa para hacer más. 

Yo hago molcajetes mi abuelo trabajaba la piedra y aprendí camino con mis molcajetes de diferentes tamaños, del más chico hasta el tamaño que me pida el cliente. Los molcajetes son hechos a mano, los más chicos los vendo a 230 pesos. 

Me gustaría que nos trataran bien, ahorita puedo trabajar, pero más adelante no sabemos. No tengo seguridad social sino, a los 60 años me hubiera jubilado, no tengo nada, busco la vida con mi familia. 

Tengo fe en la gente, me compra mi mercancía, voy buscando la vida. 

Mucha gente me pregunta, ¿Por qué no busca un lugar fijo para vender? 
Pero los inspectores me quitan me dicen levántate y me cobran, por eso prefiero vender caminando, así nadie me molesta. 

Muchos locatarios me compran, en Querétaro llega mucho turismo y se llevan el molcajete a su País. 

He llegado a Chihuahua, Camargo, Durango, Torreón Gómez Palacio Aguascalientes, León Irapuato, Guadalajara, duermo en la carretera en mi camionetita, he ido a Tepic, San Blas y por el sur a Veracruz, Oaxaca, Chiapas. 
"Estoy sano"
Leocadio Vázquez de la Cruz   
Indígena Wirárika  
Originario de Santa Catarina Jalisco  
Edad 64 años 
Yo ando vendiendo artesanías, hago pulseras, anillos, aretes, collares y figuras como jaguares, hago cuadros mi papá y mi mamá me enseñaron desde que tenía 13 años y así me he mantenido, aunque ya no hago tanto porque ando malo, tengo las caderas lesionadas y ya no puedo trabajar. Vengo a Zacatecas cada dos o tres meses con mi hijo.  

Yo voy mucho a Real de Catorce, a Tijuana, a veces vendo, a veces no vendo, nomás sale para la comida y ya, con eso tengo. 

Nosotros tenemos nuestra medicina, nuestra raza sabe curar no como ustedes, no vamos al médico, cuando nos enfermamos en la sierra consultamos al Chamán, el Cantador, y tienes qué hacer lo que él te dice. 

Lo que nos diga el Chamán lo tienes qué hacer... conseguir venados y con eso te alivias y haces tu fiestita, si no cumples lo que te dice el Chamán vuelves a enfermar, nosotros nunca compramos medicinas. 

Yo nunca voy a la clínica y nunca tomo pastillas ni jarabes, nada de eso, yo solo me curo porque sé con qué aliviarme tenemos hierbas, peyotes y con eso yo me alivio untándomelo donde me duele y ya. 

Por ejemplo, si te duele la cabeza puedes comer un pedacito de peyote para que se te quite. 

Ahorita ya hablemos pocos ancianos de 70, 80 años. Antes había muchos pero el covid-19 mató muchos ancianos, por eso quedan pocos. 

Yo respeto a mi comunidad allá cada rato hay juntas y los viejos platican entre ellos, los respetamos, los tratamos bien y ellos nos tratan bien. A muchos ancianos les tienes que gritar para que te escuchen. 

Allá no vivimos cerca, estamos retirados unos de otros, caminamos mucho por la sierra entre la naturaleza. 

Hoy me siento fuerte y sano, mis tatarabuelos en la sierra cuando uno tenía 10, 12 años te dan de comer hierbas. No comemos masecas, maruchanas,(sopas maruchan),  fideos, no coca cola. 

Yo me acostumbré a comer quelites, comida de la naturaleza, carne de venado, jabalíes armadillos, muchas hierbas, rata de campo. 

Tomo mucha agua, mi abuelo Juan Vázquez fue quien me crio y me daba hasta gusanitos, y chapulines de comer   

Con mi abuelo sembrábamos calabacitas, frijoles, todo lo que nos da la tierra de manera natural, allá (en la sierra) no hay con qué comprar cosas, nosotros para comer tenemos que sembrar en la barrancas. Así está la cosa. 
"No perdí la alegría ni cuando me dijeron que me iba a morir" 
Lorenza Estupiñán Canales  
Enfermera  
Originaria de Río Grande  
57 años  
Estoy muy bien bendito sea Dios, aunque  mi salud está algo deteriorada. Tengo síndrome de Guillain-Barré, es una enfermedad mortal, somos pocas las personas que sobrevivimos, la mayoría de quien tiene este síndrome muere a las 24 horas de que se le detectan, a mí los médicos me desahuciaron y aquí tengo ya trece años después de mi diagnóstico. 

Ha sido difícil porque en esta etapa ya la familia se siente cansada de estarlo cuidando a uno a mi esposo siempre pidiéndole ayuda para ir al baño, para que me mueva, yo usaba sonda, pañales, no me podía mover. 

Ahorita ya avancé todo lo que pude, camino muy poquito con la andadera, me muevo en vehículo, me gusta estar en la calle, no me gusta estar encerrada. 

Tengo una pequeña tienda de abarrotes, gracias a Dios todavía las manos me sirven, puedo hacer de desayunar, de comer.   

La adversidad no me robó la capacidad de sonreír, ni siquiera cuando me dijo el médico que me iba a morir, no le temo a la muerte. 

Soy licenciada en enfermería, ejercí durante 20 años, afortunadamente pude pensionarme, pero lo que Dios me dé es bueno, lo importante es saber administrarlo. 

Mi familia ha sido el motor yo le decía a Dios, “dame chance de ver a mi hijo como profesionista, desde hace año y medio terminó su licenciatura en enfermería.  
“Me gustaría descansar”
Florencio Rodríguez
68 años
Florencio Rodríguez trabaja en Soriana acomodando el mandado que compra la clientela. Antes de estar aquí  fue propietario de una tortillería, esos tiempos terminaron. Tiene 15 nietos. 

Algunas gentes si nos dan dos tres pesitos, yo ya me quiero ir porque estoy cansado, he juntado 60 70 pesos en cinco horas de trabajo. 

Aquí en Soriana tienen requisitos para que te den trabajo  uno debe de tener Seguro Social (IMSS)  o ISSSTE.

Anteriormente era muy distinto porque la gente era consciente y nos daba dinero, pero desde la pandemia la situación cambió mucho. Aquí no nos pagan. 

Alguna gente si es consciente pero la mayoría no. Mucha gente lo ignora a uno, hay gente que es grosera, la gente más rica es la que menos da, es más; me ha de dar 5 pesos una persona que casi no trae dinero, que una persona que trae su carro llenísimo de mercancía me ha de dar unos 50 centavos, yo lo he vivido, yo lo he visto. 

 Me gustaría estar descansando, pero teniendo lo necesario para subsistir porque con la pensión que nos da López Obrador no ajustaría aunque si aliviana. 

No tengo carro, a veces siento gacho cuando llueve porque tengo que subir unos tres kilómetros para llegar a mi casa una subida muy pendiente para llegar a mi casa, cuando de a tiro no puedo agarro taxi. 
Si se estaciona uno, se imposibilita;el trabajo es vida”
Odilón Salinas
74 años
La vejez la vive uno como la va construyendo entonces, hasta ahorita por medio del trabajo me va bien, no tengo problema de enfermedad, el trabajo es vida, tengo más de 50 años aquí en la carnicería, empecé a los 20 años, toda mi vida trabajando. A esta edad si se estaciona uno se imposibilita, el trabajo es vida. 

A veces se trabaja duro, a veces tranquilo, por ejemplo cuando llega la mercancía hay que deshuesar, acomodar, tenerlo todo preparado chambeo desde las ocho de la mañana a cinco de la tarde diario diario, aquí no hay descanso, el único día que descansamos es el miércoles de ceniza. 

Seguridad social no tengo. Aquí no hay enfermedades tampoco, si viene uno engripado se quita o se quita. El organismo necesita estar en función, claro, llego cansado a casa, a veces me quiero levantar y no puedo pero lo que hago es relajarme acostarme y al otro día en la mañana a levantarse y vámonos. 

Bendito Dios nos da licencia de llegar sobrios y servirse por sí mismo es lo más maravilloso, lo que le piensa uno es llegar y no poder servirse por si mismo. 

Los jóvenes no sé que les pasa, no tienen un interés por lo menos de preguntar por qué el viejillo sigue trabajando. Quisiera nos trataran por lo menos con respeto, hay muchos muchachos que se burlan de la gente mayor y dicen ahí viene el viejillo que se roba oxígeno cuando (ser anciano)  es una bendición. La vida es bonita sabiéndola vivir. 
Hay que ser respetuosos nada más, todos tenemos defectos, tenemos que hacernos a la idea que somos muy diferentes todos y hay que aceptarnos unos de un modo y otros de otro, reconociéndonos nosotros mismos.  
Gracias a Dios no he caído en una cama"
María Santos Rivera
edad: 73 años  
Mi vejez la estoy viviendo todavía trabajando vendiendo comidas, menudo, caldo de res, caldo de pollo, tacos, enchiladas, asado, arroz, frijoles, mis clientes son la gente que viene de aquí de Zacatecas, yo rento este espacio en el mercado a la presidencia y con lo que saco aquí me mantengo yo solita. 

Trabajo 10 horas diarias, de 7 de la mañana a cinco de la tarde, aprendí a cocinar de mi mamá y mi abuelita, eran comerciantes y lo heredé de ellas, mi mamá se llamaba María Elena Velázquez Ramírez y mi abuelita Piedad Ramírez. 

Yo me siento bien, sino, no estuviera bien. Gracias a Dios no he caído en una cama. Tengo tres nietos y siete bisnietos. 

Lo más difícil es no querer aceptar uno que ya no puede trabajar. 

Me siento acompañada porque siempre está un hijo conmigo mi hija me habla por teléfono, mis nietos vienen, no estoy sola. 

Es como un cuentito que yo les cuento, cómo crece uno, cómo vivió y como sigo viviendo. Si trabaja tiene dinero y si no, cómo le va a hacer para comer. Tengo 40 años haciendo esto, es lo que me ha permitido salir adelante. 

Que nos tuvieran paciencia porque a veces somos intransigentes, que nos den cariño y darles cariño y seguir la vida. 
"La vejez, una chulada"
Carlos Rodríguez Almeyda
Oriundo de la ciudad de México, zacatecano por adopción
edad:79 años 
Ahhhh nooo, la vejez  es una chulada, gracias a Dios, me ha dado la oportunidad de llegar a ser mayor de edad, porque dentro de la juventud es diferente el cambio, esta edad hay que vivirla tranquila, se disfrutó a lo máximo toda la juventud y ahorita pasé a otra etapa en la que me siento a gusto, no me achicopalo con las enfermedades. 

El vértigo me trae loco y sin tomarme ni una copa, está triste. Y es que luego a veces el vértigo le da por caerse uno, hay que apoyarse en el bastón. Y en el danzón el bastón lo hago a un lado y a la dama la agarro de bastón. 

Tengo 70 años bailando danzón, desde chavalo me fijaba como bailaban, después aprendí a hacer mis pininos, fui jefe de compras en el DF estudié contaduría y después me fui a Salamanca a las tiendas del ISSSTE. 

Entre 1967 a 1980, un frío y una lluviecita como si estuviera nevando, ya no me regresé al DF  

 Que los jóvenes se Olviden de tomar y de agarrar vicios innecesarios para que tengan una vida larga, porque eso de la tomadera y la droga dura muy poco y se acaba rápido, todo con medida, nada con exceso. 

¿Cómo le hace para tener alegría de vivir? 

Nomás pensando en cosas buenas y darle gracias a Dios porque todavía me muevo  y ando pa arriba y pa abajo. 

¿A algo le tiene miedo?  

-No, ni a la muerte le tengo miedo porque puede llegar en cualquier momento  
"En el seguro no lo atienden a uno"
Guadalupe Hernández Solís 
60 años 
Estoy enferma, tengo un mes que no me puedo aliviar de la gripa.
Aquí gana uno bien poquito, tres mil pesos por quincena mes, para el agua , la luz y el gas nada.
Apenas puede uno pagar el gas, el agua y la luz, no pago renta porque vivo en la casa de mi hijo que está en Estados Unidos 
¿Y si se enferma?
-En el seguro Social (IMSS) no lo atienden a uno, vas y no hay medicamento  mejor va uno a las Similares (farmacias) y ahí de volada lo atienden.
Ahorita acabo, me voy a comer lo que caiga y regreso, trabajo 8 horas. La gente lo trata igual a uno va barriendo uno y les da por la espalda y te dicen, por qué me golpeas, pero pues no tengo ojos por atrás 
¿Cómo le gustaría ser tratada?
-Que nos trate bien la gente,  aunque mucha gente si nos ayuda, nos da un pesito, dos, tres, pero hasta ahí nomás ¿cómo ve?
"A los ancianos se les debe tratar bien."
María Paula López Zaragoza
84 años
Nací el 15 de enero de 1939 yo nada más cuido aquí el comercio, a las nueve abrimos y cerramos a las 5, gracias a Dios no tengo enfermedades porque yo cuido mi salud, no tomo, no fumo, no me desvelo y lo que yo hago es seguir  la palabra de Dios como misionera, ver cómo están los hermanos, si están bien o mal y les pido que asistan al templo a escuchar la palabra de Dios 

A los ancianos se nos debe tratar bien, con cariño porque Cristo  nos enseñó que hay que amarnos el uno con el otro y cuando vemos que hay problemas hay que decir que no hagamos lo malo, hay que hacer lo bueno no lo malo. 

Yo estoy aquí de visita, vengo del Estado de México, tengo varios hijos regados en Michoacán, México y León, yo lo único que hago es orar por ellos. 

No vivo sola porque estoy con mi Dios. 

Que no agarren el vicio para que duren más, yo trabajé en la Ciudad de México a trabajar de sirvienta, ahí me enseñé a hacer mi quehacer, ahí encontré a mi esposa, pero me quedé viuda desde hace 30 años. Yo estoy contenta, no tengo miedo porque Dios me cuida de día y de noche.  

Que no fumen que no tomen y cuiden su salud tengo nietas y nietos que están grandes, ya están casados, los veo cuando tengo dinero para viajar. 

Desde que conocí la palabra  de Dios le pido que me sane y cuando me siento un poco mal me hago un tecito de alguna hierbita y con eso me compongo.
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