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Mis años en la Septién o Paperback Writer

Por Gabriel Páramo/// Semillero65

Ciudad de México,(02-05-2025).-Escribir de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García cuando estoy a unos meses de cumplir 50 años de haber ingresado a la licenciatura en periodismo me resulta un poco difícil. Por un lado, ahí aprendí a escribir y me di cuenta de mi vocación; por otra, una persona hasta cierto punto ajena a la Escuela, su historia y su mística me privó de clases sin ninguna explicación hace ya más de cinco años.

Siento mucha nostalgia por esa Escuela que La Escuela de Periodismo Carlos Septién García que conocí hace cinco décadas —¡medio siglo!—

Mi llegada a la Escuela de Periodismo Carlos Septién García estuvo marcada en gran medida por la casualidad, aunque sea esa forma que el azar toma cuando se juntan los elementos que te gustan, que te interesan. Al terminar el bachillerato no sabía qué estudiar. Sociología, tal vez; Filosofía, hum, pero ¿dar clases toda la vida? (hace casi 45 años ese destino me parecía terrible, muestra de que no tenemos idea de quiénes somos durante la brumosa época de la juventud temprana); lo mismo pensaba de Letras o de Historia. Economía estaba descartada por mi torpeza con las matemáticas y Derecho por una fallida plática vocacional en el que el entusiasta alumno de no recuerdo qué universidad la ponderaba “porque allí, los profesores nos enseñan cuándo y a quién darle dinero”.

Pues no, ni idea. Fidel Samaniego, quien se convertiría en un periodista conocido y galardonado, era muy cercano a mi familia. Amigos de años en gran medida habíamos crecido juntos y me dijo un día: “ven a la Septién, donde yo estudio periodismo; te va a gustar”. Y fui, la vi y me gustó.

El profesor Ismael Hernández me dio la bienvenida junto con los resultados de mi examen de admisión; pronto conocí al poeta Alejandro Avilés, en ese entonces director de la Escuela, con cuya familia nos vincularíamos (mis papás, hermanos y yo) entrañablemente. Gracias a Samaniego conocí en su casa al poeta e ideólogo Javier Peñalosa y a la extraordinaria poeta Lolita Castro.

Horacio Guajardo, Fernando Uribe Jácome, José N. Chávez González, Vicente Leñero, Jesús Pavlo Tenorio, Manuel Pérez Miranda, Raúl Navarrete, Arnoldo Meléndrez y muchos más intelectuales, escritores, fotógrafos  y periodistas fueron haciéndose parte de mi vida. Sus escritos, clases y ejemplos nos fueron formando.

El tiempo pasó. Mi papá llegó a la Septién y dedicó muchos de los mejores años de su vida a la institución. Hicieron la licenciatura primero, dos hermanos míos; luego, una de mis hijas; con la otra, estudiamos la maestría en Periodismo Político. Mi mamá fue profesora de mecanografía.

En la Septién conocí a mis amigos, que aún extraño, Edmundo Santos Escobedo y Antonio Sienra Pacheco. Terminé la carrera y tiempo después Me titulé con la tesis Función social y trascendencia del reportaje en el periodismo moderno, con un jurado espectacular, formado por Manuel Pérez Miranda, Alberto Barranco Chavarría y la poeta Perla Schwartz.

Empecé a dar clases en la Septién, de manera regular, a fines de los años 90, invitado por el profesor Manuel Pérez Miranda, autor —entre otras obras— del mejor manual de entrevista del periodismo mexicano, y a quien debo, en mis épocas de alumno, haber aprendido a escribir profesionalmente. Terminé de dar clases en la Septién por una decisión que nunca se me explicó, pero que entiendo que tiene que ver con decisiones internas. No obstante, sigue siendo, en toda la extensión de término, mi alma mater.

Epílogo

“El periodismo no estaba mal. Contar historias. Contar las historias de los otros. Vivir de la persecución de los hechos, los datos y al mismo tiempo a la captura de las propias sensaciones para poder ponerlas en el papel y acortar la distancia con la que los otros se acercaban a los que estaban viviendo. El periodismo no estaba mal”, reflexiona el búlgaro Vasilev en “Cuatro manos” (Taibo,1997), reflexiono yo, mientras escucho la canción de los Beatles que me hace pensar en mi carrera: Paperback Writer (Lennon-McCartney, 1966).

Dear Sir or Madam, will you read my book
It took me years to write, will you take a look?
It’s based on a novel by a man named Lear
And I need a job so I want to be a paperback writer
Paperback writer

It’s a dirty story of a dirty man
And his clinging wife doesn’t understand
His son is working for The Daily Mail
It’s a steady job but he wants to be a paperback writer
Paperback writer

Paperback writer
(Paperback writer)

It’s a thousand pages, give or take a few
I’ll be writing more in a week or two
I can make it longer if you like the style
I can change it ‘round and I want to be a paperback writer
Paperback writer

If you really like it you can have the rights
It could make a million for you overnight
If you must return it, you can send it here
But I need a break and I want to be a paperback writer
Paperback writer

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