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Alimentación para el cerebro: Nutrición para hábitos saludables

Por  Sonia Edith Acevedo Rodríguez///Semillero65

Ciudad de México,(31-01-2024).-La mayoría de las personas no sabemos comer. Desde niños vemos como castigo las verduras, gracias a las recompensas que nos dieron y ahora estamos acostumbramos a dar creyendo que son correctas: Te portaste bien por lo que te comprare una hamburguesa, o mmm, mira los dulces que te traje, vez cómo portarte bien vale la pena. Estas frases hicieron que la comida rápida la viéramos como deliciosa, con ayuda de lamercadotecnia que tiene la comida chatarra, la saboreamos con solo imaginarla. Pero piensa, ¿cuándo fue la última vez en la que hayas visto un comercial con unas apetecibles verduras? No, ¿verdad? Yo tampoco recuerdo alguno.

A medida que envejecemos debemos prestar mayor atención a nuestra alimentación para ayudar a nuestro cerebro en su mantenimiento. Pero realmente, ¿cuántas son las personas que comen saludablemente? Para empezar, sabemos qué es comer sano. Lamentablemente, no. La realidad es que la mayoría de las personas carecen de un conocimiento claro sobre lo que implica llevar una alimentación saludable, así como, los problemas que ocasionan nuestras malas costumbres en los alimentos que consumimos todos los días, y de los que pensamos son los “correctos” para nuestro organismo, porque con ellos estamos sanos. Esta equivocación se hace evidente en situaciones de crisis de salud, como la reciente hospitalización de mi madre debido a una bronquitis aguda severa.

Durante la reciente estancia de mi madre en el área de geriatría en un hospital público, pude observar la atención impecable que reciben los pacientes de esta área. El proceso de su hospitalización comenzó con pruebas cognitivas, donde se le hacía preguntas básicas sobre datos personales, para establecer una conexión con la paciente, y evaluar cualquier grado de deterioro cognitivo, evidenciado por la falta de orientación y recuerdos que podría presentar.

Después de todo el procedimiento para su intervención llegó el momento de la comida, en la cual no llego una milanesa, tampoco una torta, ni ninguna comida chatarra de las acostumbradas. Más bien, conforme pasaban los días llegaban charolas con una variedad de alimentos saludables, entre los que había cremas de todo tipo, sopas, arroz integral, pollo, pescado, huevo, en donde los alimentos no estaban fritos, ni empanizados, solo pan y tortillas integrales, y como colación, uvas, pasas o almendras. Además, los líquidos predominantes eran agua fresca, atole y té. La mayoría de estos alimentos y bebidas no contenían ni sal ni azúcares, con lo que podemos ver qué el refresco preferido nunca apareció.

En el hospital todo parecía transcurrir de manera “aceptable”. Por las mañanas, las enfermeras ingresaban a cada habitación, realizando preguntas sobre si les gustaba la comida que les hacían llegar, también indagaban para saber los motivos por los que algunos dejaban más de la mitad de la comida, mientras que otros casi no tomaban agua. A cada paciente le preguntaban si presentaban estreñimiento o si acudían al baño de manera regular, todo esto para mejorar el aumento en el consumo de la comida, ya que más de la mitad de los pacientes no se la terminaban.

Alrededor del tercer día de hospitalización, empecé a notar que pacientes de habitaciones cercanas solicitaban a sus familiares de manera discreta que les llevaran alimentos más sabrosos, como tamales, chilaquiles, o mínimo un café bien azucarado, ya que “sentían que se morían de hambre”, pero que no se comían lo que les daban las enfermeras porque “la comida del hospital era muy fea, hasta el hambre se les iba con solo verla“.

Puedo asegurar que usted al igual que yo comparte la misma percepción de que la comida del hospital es poco apetitosa que en verdad los pacientes del hospital están en lo correcto, y no encuentran mejor opción que justificar su falta de hambre, antes de comerse esa desagradable comida. Esta misma pregunta se la realice a mi madre, contestándome ella con un directo y rotundo “si, esto sabe muy feo”, “si me lo termino todo es porque no quiero que me pongan pretextos, yo ya me quiero ir”.

Pero ¿realmente la comida del hospital sabe mal, o somos nosotros quienes no sabemos apreciarla? Investigadores en alimentación, como Behen o Hernando, resaltan los numerosos beneficios de la dieta mediterránea en el mejoramiento de las funciones cognitivas, la cual es la comida que en la mayoría de los hospitales sirven. Pero ¿Qué es o en qué consiste esta dieta? De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud OMS, la dieta mediterránea es aquella que nos aporta los alimentos necesarios para el correcto funcionamiento del organismo, mejorando la calidad de vida, así como, la prevención de futuras enfermedades degenerativas.

Esta dieta es rica en frutas y verduras, cereales integrales, pescado, frutos secos, legumbres y aceite de oliva, comparte similitudes con la comida “saludable” al ingerir alimentos en porciones del tamaño de tu puño, que satisfagan y ayuden en la nutrición del cerebro, previniendo los síntomas de una mala alimentación como gases, inflamación, estreñimiento, dificultades al orinar, infecciones, y la posibilidad de intolerancia a la lactosa.

Comer saludable no significa comer feo, no lo veas como un castigo, más bien es momento de aprender a comer correctamente, si desde niños no nos enseñaron a hacerlo, este es un buen momento para aprender, consumiendo alimentos ricos que nos otorguen beneficios para la alimentación de nuestro cerebro. Por lo qué en la siguiente tabla de acuerdo a diferentes investigadores de la Organización Mundial de la Salud, revistas de nutrición saludable y marcas como Nutrioli mencionan los beneficios que nos aportan algunos alimentos:

Recomendaciones para la realización de la dieta mediterránea

AlimentosEjemplosPorcionesBeneficios
Aceite de olivaAceite de oliva extra virgenDe 1 a 2 cucharadas al día.Prevención de enfermedades cardiovasculares
Frutas y verduras coloridas (En cada porción se pueden combinar de acuerdo a su color, para que se haga más antojable)Rojos: Manzana, sandia, granada, fresa, tomate. Amarillos y naranja: zanahoria, papaya, naranja, mandarina, durazno, melón, piña, mango. Blancos: coliflor, cebolla, ajo, pepino, plátano, jengibre, puerro, jaca. Morados: Berenjena, moras, uvas, ciruelas, remolacha. Verdes: espárrago, col china, pimiento verde, manzana verde, uva verde, brócoli, acelga, espinaca, lechuga, limón, pera.De 4 a 5 tazas diarias.Combate el estrés oxidativo y protege las células cerebrales. Contienen un alto poder saciante e hidratante.  
Cereales integralesNueces y almendrasDe 1 a 2 cucharadas al día.Esenciales para la función cerebral.
Alimentos integrales.Pan, pasta, arroz.1 taza de pasta, arroz, o una pieza de pan integral al día.Producción de energía.
Alimentos ricos en ácido fólicoEspinacas, aguacates y legumbres (chícharos, frijol, habas, lentejas, ejote, cacahuate, garbanzo)Una taza al día.Reducir el riesgo de deterioro cognitivo.
Alimentos ricos en proteínasPescado (Atún y sardinas enlatadas)De 2 a 4 veces a la semanaMejora la salud cognitiva. Rico en ácidos grasos, omega3 y vitaminas (A,E,D).
Alimentos de origen animaPollo.De 2 a 4 veces a la semana.Facilita la digestión, favorece el desarrollo muscular, minerales, mejora la salud del sistema nervioso.
Alimentos de origen animal.Huevo. 2 veces a la semana.Proporciona proteínas.
Alimentos de origen animal.Carne roja. 1 porción a la semana.Proporciona proteínas.

 

Estos alimentos los puedes combinar a tu libre elección, esto es para que los encuentres apetecibles, y se te facilite iniciar estos cambios de alimentación en el mejoramiento de nuestra vida cognitiva.  Recuerda mantenerte hidratado, a veces olvidamos tomar agua, por eso has una costumbre al despertar tomarla, ayúdate dejando en tu mesa, cabecera, sala, los lugares donde más tiempo estás, algún líquido y tómalo, aunque no sientas la necesidad de hacerlo. Estamos en un momento de nuestra vida en el cual debemos cuidarnos, y una edad en la cual no existen las prohibiciones, solo los cuidados para tener un envejecimiento saludable.

También intenta conservar un peso saludable no caigas en exageraciones, tanto el exceso de peso puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares que afectan la salud cerebral, como la falta del mismo aumentará tu fragilidad y la lenta recuperación de alguna enfermedad, este fue el caso de mi madre, su delgadez le impedía sostener su cuerpo, lo que llevó a los doctores aumentar su ingesta de verduras en su dieta para conseguir aumentar su peso y con ello disminuir un poco su deterioro físico.

Pero ¿realmente necesitamos estar mal de salud para preocuparnos por ella? O acaso ¿necesitamos vivir una situación difícil para hacernos el propósito de cambiar nuestra alimentación?, no, yo considero que solo es cuestión de estar conscientes, ver las ventajas que nos acarrean los alimentos saludables, con todos los benéficos que nos brindarán su consumo, el proponernos cambiar nuestras costumbres día a día nos llevarán al mejoramiento  de nuestra salud, por ejemplo; el día que nuestros amigos o familiares nos visiten podemos  invitarles una deliciosa agua fresca o ¿porque no? organizar una tarde de pescado con nuestros amigos.

Recuerda que la frecuencia con la que tomes líquidos y comiences a saborear lo que comerás aparte de satisfacerte, alimentará tu cerebro mejorando tu salud cognitiva. La comida con verduras, frutas, pescado, puede ser deliciosa, todo depende de la manera que la presentemos en nuestro plato para volverla antojable, desde el momento en el cual pensemos ¿que vamos a comer?, empecemos a crear combinaciones de todos los alimentos que nos gustan, para desde ese instante saborear lo que vamos a disfrutar.

Ideas finales

La falta de azúcares y sales en la dieta mediterránea no la debe volver poco apetecible, más bien nos debe concientizar de que la deliciosa comida chatarra a la que estamos acostumbrados es la que por años a puesto en riesgo nuestra salud, vivimos engañados de sabores, date la oportunidad de probar nuevos alimentos antes de decir “esto no me gusta”, otórgale el beneficio de la duda, pruébalo, y seguramente podrá agradarte ese nuevo sabor. Nunca es tarde para iniciar un cambio en nuestra alimentación

Es importante recordar que cada persona es única y las necesidades nutricionales pueden variar, por lo que es recomendable consultar a un profesional de la salud. Ya que nos encontramos en el momento de nuestra vida en el que debemos proporcionarle a nuestro cerebro alimentos ricos y saludables, así como una buena cantidad de agua, por lo que te pido, después de finalizar tu lectura no olvides tomarte un vasito de agua fresca, salud, deseo pases una excelente semana.

Para más información

Beben, D. (2021, diciembre). Proteja la salud cognitiva y ayude a prevenir el deterioro relacionado con la edad. Heamaware. https://hemaware.org/es/mind-body/proteja-la-salud-cognitiva-y-ayude-prevenir-el-deterioro-relacionado-con-la-edad

Hernando, V. (2016). Nutrición y deterioro cognitivo. Nutrición hospitalaria. 33 (4). https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=41649084007

Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores. (INAPAM, 2022, febrero). Recomendación para una alimentación saludable en la vejez. INAPAM. https://www.gob.mx/inapam/articulos/recomendaciones-para-una-alimentacion-saludable-en-la-vejez?idiom=es

LABELLA NUTRICIÓN. (2023, junio). ¿En qué consiste la dieta mediterránea? La Dieta Mediterránea. https://labellanutricion.com/dieta-mediterranea/

Mamani, R., Roque, E, Colque, N. y Solórzano, M. (2023, enero). Actividad física y el deterioro cognitivo en adultos mayores. Revista ciencias de la actividad física. 24 (1). https://dio.org/10.29035/rcaf.24.1.8

Oliva, L. (2022, abril). La mejor dieta para el Alzheimer, CanoHealth. https://www.nia.nih.gov/espanol/alimentos/alimentacion-saludable-personas-mayores

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4 COMMENTS

  1. Yo sufro de obesidad y creemos q es genético la verdad es q no tiene x que ser así a nosotros se nos enseñó a comer para está llenos NO nutridos ese es el error trataré de hacer un cambio x el bien de mi hija y mio .

  2. Muy buena la información, me hace pensar en lo mal nos nos alimentamos los mexicanos en general y en lo difícil que es comer sano, no solo por lo mal que estamos acostumbrados a comer sino también por qué es súper difícil andar en la calle y encontrar restaurantes o puestos en la calle de comida sana.

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