Por Gerardo Romo///Semillero65
Zacatecas,(24-02-2025).-A Horacio le pareció increíble la historia que escuchó en la vieja radio de su padre en la XEW, Abebe Bikila corrió descalzo y ganó la Maratón de Roma, a pesar de que sus competidores traían tenis.
Fue tanto el asombro del niño de 6 años que imaginó que las calles por las que pasó el atleta etíope antes de cruzar la meta, en los Juegos Olímpicos de Roma estaban alfombradas, pues sólo hacía podría haber cumplido semejante hazaña de correr 2 horas 15 minutos 16 segundos una distancia de 42 kilómetros 195 metros.
A partir de entonces, el niño se prometió que un día correría igual que El Rey Descalzo. Y este 16 de marzo, a sus 71 años, Horacio García Flores buscará su propia proeza, ganar el maratón de su categoría en 250 minutos.
“Correr la maratón de Roma es el sueño de toda mi vida”, admite.
Cuántas veces hemos escuchado la frase Roma no se hizo en un día. Y el sueño de Horacio, tampoco, a quien su padre, Jesús García, (beisbolista, basquetbolista y corredor) le transmitió el amor por el deporte, que practicó desde la más temprana edad, ya fuera en la escuela, haciendo sus primeras carreras en la secundaria o jugando basquetbol en un equipo donde el cuadro titular lo conformaban él y cuatro más de sus hermanos, juntos ganaron varios campeonatos.
“Empecé a correr desde que estaba en la secundaria, me di cuenta que lo hacía bien y cuando entré a estudiar en la Escuela Normal Ávila Camacho me habitué a correr y hacer ejercicio todos los días”, recuerda.
Justo cuando se preparaba para convertirse en maestro de educación física, Horacio participó en su primera carrera de 5 mil metros en pista, en la ciudad de Tijuana, quedó en segundo lugar, porque en la última vuelta se cansó.
Pero él no se ha cansado de tener una vida activa, pues sabe y hace vida el viejo lema de mente sana en cuerpo sano.
Aunque también es bueno para las matemáticas, Horacio no tiene la cuenta de cuántos miles de kilómetros ha corrido en su vida y que le permiten hoy ser un hombre fuerte y con “piel de bebé”, como presume sonriente. Desde chavo se acostumbró a participar en 6 0 7 carreras por año. En 2006 hizo su primer maratón.
Desde entonces ha corrido maratones en México y alrededor del mundo. Igual los de la Triple corona en las maravillas naturales del Iztaccíhuatl, La Malinche y el Sky Marathon que sus organizadores califican como Sólo para Salvajes por el nivel de exigencia que representa para los participantes, o bien en las Cañadas de la sierra Tarahumara hasta Vancouver, (donde llegó a correr 7 distintas competencias en 6 meses), Nueva York, Houston y muy pronto, la joya de su corona personal, Roma.
Tiene la la costumbre de correr entre 10 y 12 kilómetros diarios, dependiendo de la competencia que tenga enfrente un día puede correr como máximo 25 mil metros.
Horacio siempre corre solo, no tiene entrenador, aprendió a conocerse y así desarrolló su propia forma de entrenar que le ha funcionado para ser un ganador, su fórmula la describe así:
“Para mí los entrenamientos diarios de meses y semanas previos a un maratón son como un ahorro, me mantengo con mis 10-12 kilómetros diarios, lo más hasta 21 kilómetros, pero no me excedo, guardo energía. Y entonces el día de la competencia, todo lo que ahorré lo gasto, me entrego al cien por ciento, ahí si no me quedo con nada”.
Parece de 50 años, pero tiene 71. “Cuando les digo que tengo 71 años nadie me cree”, admite orgulloso. “Por eso cuando me preguntan mi edad contesto que tengo 21 años…y meses”, dice quien tiene en el ejercicio y la constancia sino la fórmula de la eterna juventud si la del bienestar integral que combina con sus dotes de buen fotógrafo, de artista que hace esculturas de gis en miniatura, pinta retratos a mano con gis y fue maestro normalista durante 30 años ininterrumpidos de educación física.

La carrera del río que le cambió la vida
Horacio corría el ultra maratón en las cañadas de la Tarahumara, en La Barranca La Sinforosa, enmedio de ese paraíso natural donde Dios habla en el viento y la inmensidad del paisaje. En el kilómetro 33 se encontró a Antonio, un joven delgado que lo emparejó, nuestro atleta zacatecano intentó hacerse a un lado para que pasara, pero para su sorpresa el oriundo de esas tierras le confesó que no estaba participando oficialmente en la competencia, aunque habían recorrido la misma distancia.
¿Cómo es que este muchacho está corriendo 33 kilómetros como si nada y sin entrenar? , se preguntó el maratonista en aquel 2017 a sus 64 años.
Y pronto Antonio le dio la respuesta “es que estas laderas las subo y bajo todos los días”. Ambos siguieron corriendo a la par hasta que de pronto tenían frente a ellos un río.
¡Venga, métase!, le sugirió el joven de 32 años al maratonista que le doblaba la edad, el zacatecano dudó en entrar al río, pues cuando se está en competencia, no se puede descansar, sino hasta que se cruza la meta, pero en ése momento, algo dentro de nuestro paisano le hizo acceder, se dió la oportunidad de refrescarse unos minutos, salieron del agua y en confianza Horacio escuchó algunas sugerencias de Antonio, el “joven sabio” gracias a su convivencia diaria con mamá naturaleza.
-Ustedes tienen prácticas extrañas, por ejemplo, antes de comer la verdura le echan cloro y hasta jabón para desinfectarla sin saber que cuando hacen eso le quitan sus propiedades, la verdura hay que comerla cruda y lavarla sólo al chorro del agua.
Y siguió:
-Ustedes hacen lo que llaman cocteles de fruta, las revuelven todas sin saber que así hacen que los nutrientes de cada una se neutralicen y no nutran el cuerpo, lo ideal es comer un mismo tipo de fruta por día si comes manzana el lunes sólo manzana y el martes cambias de fruta a otra distinta sin mezclarla y así diariamente.
-El agua que ustedes toman está estancada, eso hace que no la aprovecehe bien el cuerpo, por eso antes de tomarla ponla en un vaso e intercálala con otro hasta que comience a burbujear con intensidad, entonces dale un trago con tranquilidad, retenla un momento en la boca y luego te la pasas, esa es la manera de hidratarse correctamente.
También le sugirió que al bañarse, el cuerpo no debe tallarse con rudeza, pues la piel se debilita y se tapan lo poros, tampoco es bueno untarse cremas, le dijo el joven.
Y como punto final Antonio le sugirió que antes de levantarse de la cama por las mañanas, estirara brazos y piernas como si fuera una estrella al tiempo que saca la lengua y abras los ojos lo más que puedas, te mantienes así unos 15 segundos, después te bajas de la cama, y de rodillas te inclinas hacia adelante, haces una oración y acto seguido así de rodillas poco a poco ye inclinas hacia atrás, despacio, hasta donde el cuerpo lo permita, lo ideal es repetir esto todos los días.
“Pues desde 2017 aplico estos consejos que me dio mi amigo en la Tarahumara y me he sentido mucho mejor, me dolían mis rodillas, las tenía malas y con esos ejercicios ahora se me han fortalecido y hasta puedo caminar de rodillas casi como quien camina en pie, mi piel está mas sana, tengo más energía y me siento más fuerte”, explica.
Incluso remata que a los primeros que les sugirió replicar los tips que le compartieron en la sierra fue a sus compañeros jubilados con quienes desde hace año se reúnen cada mes. “Les compartí esto a mis compañeros para tratar de que se sientan mejor físicamente”, dice.
¿Y que le sugiere a los adultos mayores que quieren mejorar su condición de vida pero no tienen hábitos tan saludables como usted?
-Que caminen todos los días quizá primero 5 minutos durante una semana, y a la siguiente suban de cinco minutos a siete y así sucesivamente hasta que se convierta en un hábito y que se cuiden, que escuchen mucho su cuerpo y lo conozcan- explica.

Encontrar la felicidad
Cuando Horacio cumplió 50 años pensó cuál sería la mejor manera de festejar su primer medio siglo de vida. Sin mucho qué pensar optó que en la década por venir, de los 51 a los 60 correría cada año el mismo número de kilómetros que alcanzara. Así a los 51 corrió para festejarse un ultramaratón del mismo número de kilómetros hasta llegar a los 60 …¡y cumplió!
“Me he quedado admirado de la fuerza y la resistencia que tengo, eso me ha sorprendido, por ejemplo en los ultra maratones de 63 kilómetros se me hacían una eternidad y lo logré, me ayudó mucho los que corrí año con año previamente”, dice.
Para este atleta poco convencional, el maratón es siempre una caja de sorpresas, pues cada kilómetro presenta un reto distinto a superar y desde luego que cada carrera es distinta. “Muchas veces sientes que acecha la debilidad, pero el espíritu de lucha es lo que me hace llegar a la meta”.
Al momento que suena el disparo que anuncia el inicio de la carrera y con ella la descarga de adrenalina habitual, inicia para Horacio un viaje mental en el que la película de su vida, en distintos episodios comienza también a correr, quien más suele aparecer en escena es su hermano Genaro ya fallecido y en quien encuentra su principal fuente de inspiración, pues desde muy joven se convirtió en uno de los mejores raquetbolistas de México a tal grado que acudió a Juegos Panamericanos representando a nuestro País. Pero sobre todo se ve corriendo junto a él su primera maratón en León, en el lejano 2006.
También aparece la vida compartida con su padre, el mismo que le mostró el camino del deporte para alcanzar los sueños. No pocas veces ha rememorado cómo a los 80 años, su viejo cruzó la meta en primer lugar en pleno Centro Histórico de Zacatecas , en una de sus últimas carreras de 5 kilómetros en las que participó, a pesar de que un día antes de la competición se había desvelado.
Horacio sabe que Genaro, su padre y la familia lo acompañarán en espíritu y verdad en Roma y apenas cruce la meta tendrá la certeza de que el triunfo es de todos.
