lunes, julio 1, 2024
No menu items!
HomeLa ruta del bienestarMotivación familiar y social: La autorregulación de los sentimientos

Motivación familiar y social: La autorregulación de los sentimientos

Por Sonia Edith Acevedo Rodríguez///Semillero65

Ciudad de México,(17-Febrero-2024).- ¿Cuántas veces al despertar nos hemos sentido sin ganas de hacer nada, solo con un inmenso deseo de permanecer acostados, sintiendo una dolorosa soledad que nos hace recordar los altibajos que hemos vivido y nos han llevado al lugar en el que nos encontramos? Continuamos dando vueltas en nuestra cama buscando un motivo para “levantarnos y seguir”, tal vez estemos acompañados o quizás ya nos encontremos solos, pero eso sí, con la cabeza llena de recuerdos. Algunos de ellos son esas preocupaciones familiares que nos complican iniciar nuestro día, lo que nos hace jalar nuestra cobija para taparnos y continuar martirizándonos.

A veces nos sentimos nostálgicos y solos, ya sea que tengamos pareja o no. Algunos podrán tener hijos, otros no, pero estamos seguros de que nos equivocamos en casi todo lo que hicimos; que son más las cosas malas realizadas que las acertadas. La mayoría de estos pensamientos nos generan un sin número de preocupaciones, que son esas emociones que, de acuerdo al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), son los impulsos naturales que nos llevan a actuar de acuerdo a lo que ocurre a nuestro alrededor. Este es el motivo por el que nos sentimos desganados; los sentimientos son la interpretación que hacemos de esas emociones, por eso la constante ansiedad o el interminable estrés que termina convirtiéndose en nuestro incondicional acompañante.

Para Havighurst, pionero en el estudio de los adultos mayores, estas emociones son el resultado de la adaptación a los cambios que estamos viviendo, con inestabilidades tanto internas como externas. Recordar el camino que hemos transitado nos da intranquilidad. Las justificaciones que por un largo tiempo nos dijimos y posiblemente creímos sobre nuestros abruptos cambios de humor tienen una razón de ser, y es el envejecimiento que se nos está presentando con miedo a la aceptación de esta nueva etapa, la cual la reflejamos en esa desmotivación continua acompañada de malestares físicos, alimenticios, de salud, cognitivos, emocionales, etc. (Morin, 1999).

En estos “malos momentos” debemos recordar los resultados de las decisiones que tomamos, las cuales pudieron ser benéficas o perjudiciales, pero que al final, por algo las hicimos y nos dejaron un aprendizaje, el cual nos debe llenar de satisfacción por lo que afrontamos, pero sobre todo vivimos. Especialistas de organizaciones como Aiudo, dedicados al cuidado de adultos, recomiendan en estos momentos de desesperación respirar, inspirando por la nariz y espirando por la boca. Conforme lo vayamos realizando, nuestra capacidad pulmonar se beneficiará, aliviaremos momentáneamente algún dolor físico y reduciremos la ansiedad, ayudando a iniciar un nuevo día.

Familia + sociedad = autorregulación de sentimientos

Después de haber decidido levantarnos, quizás nuestras primeras ganas sean las de dar un paseo, quizás nos encontremos con los vecinos o simplemente tomemos aire despojándonos un poco. Quizás prefiramos estar con la familia o visitar a un amigo. Estas opciones son válidas e importantes ya que nos ayudan en el control y gestión de las emociones en la autorregulación de los sentimientos (Molla & Mendieta, 2012).

No importa si nuestra primera opción sea bañarnos o prepararnos para salir, ya sea a la calle, la sala, la cocina o el patio. El objetivo es aclarar nuestra mente, y para ello debemos llenarnos de emociones positivas que fortalezcan nuestra mente y mejoren el estado de ánimo. Además, nuestra memoria está llena de ellas. Si no me crees, piensa en ¿cómo te sientes cuando toda tu familia se reúne de puro gusto? ¿O cuando te visitan o hablan tus hijos o algún amigo solo para saber ¿cómo estás? Recuerda ¿cómo has reaccionado cuando alguien sin motivo alguno te da un abrazo acompañado de un “te quiero”? Ese afecto nos reconforta, las ganas de continuar regresan, y nos ayudan a evitar la depresión.

Por lo tanto, a veces solo necesitamos recordar lo que hemos hecho para darnos cuenta de que la mayoría de nuestras preocupaciones son el resultado de una situación que posiblemente estamos exagerando. Por ejemplo, hace unos días una de mis sobrinas decidió irse a Madrid. La primera reacción de mi madre al enterarse fue de molestia. ¿Cómo te vas a ir, si aquí nunca te ha hecho falta nada? Mi hermana, al igual que la mayor parte de la familia, aparte de estar tristes y preocupados, nos invadió la incertidumbre, la cual, de acuerdo a Morin (1999), termina debilitándonos cuando lo que deberíamos hacer es enseñar a nuestra mente a convivir con ella.

Pedir ayuda no es malo, lo complicado es aceptar que también necesitamos de los demás, ya que el ser humano, a través del tiempo, lo ha intentado evitar. Por lo mismo, no sabemos cómo hacerlo. Nos da pena, pensamos que nos verán frágiles, pero es algo que necesitamos aprender. Si alguien cercano a ti te comienza a contar sus problemas, dudo que le pidas que guarde silencio. O si alguien te pide tu punto de vista, ¿se lo negarías? No, ¿verdad? Estas son algunas de las formas de pedir ayuda. A veces solo queremos que alguien nos escuche, nos acompañe con su silencio o nos distraiga. Solo no asumas que las personas que están a tu alrededor saben qué ayuda ofrecer y que la necesitas. A veces, desahogándonos, la respuesta llega en la plática, o la persona que te escucha está viendo soluciones que tú no viste.

En busca de la tranquilidad:

Todos los individuos buscamos sentirnos en paz. A continuación, se enumerará un ejercicio de respiración que, aparte de relajarnos, fortalecerá nuestro sistema respiratorio, así como actividades familiares y sociales que ayudarán a mejorar nuestro estado de ánimo, pero sobre todo nos motivarán.

1. Respiración

 equitativa y controlada: Este ejercicio nos ayudará a sentir calma y relajación. Nuestra presión sanguínea bajará, por lo cual se recomienda realizarlo antes de dormir, ya sea acostado o sentado, o en cualquier momento del día que sientas necesitarlo. Para iniciar: Después de encontrarte acostado o sentado, respirarás profundamente por la nariz contando hasta cuatro, para después exhalar nuevamente por la nariz contando hasta el cuatro. Vas a prestar atención en tu respiración, lo cual te ayudará a reducir tu estrés. Si gustas, puedes repetir el ejercicio aumentando el conteo hasta seis. No es necesario forzarse en su realización, recuerda que estamos buscando que te relajes, así que puedes repetirlo una, dos o quizás tres veces consecutivas, a cualquier hora del día. Este ejercicio también fortalecerá tu sistema respiratorio (Betten, 2024). En dado caso de que se tenga una Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) u otra enfermedad pulmonar, se recomienda evitar este ejercicio.

2. Actividades significativas: La realización de alguna actividad, ya sea individual o en grupo con amigos o familiares, nos ayudará a reducir el estrés y mejorar nuestro estado de ánimo. Cualquier cosa que realicemos es significativa e importante para cada uno de nosotros, ya que las realizamos de acuerdo a nuestro gusto, estilo e interés (Rey Ardid, 2022). Para iniciar: No es necesario estar acompañados para hacer algo. Podemos barrer el patio, bailar y trapear, recoger nuestra ropa silbando o tarareando, cocinar algo diferente, cualquier tarea doméstica te ayudará a distraerte. También podemos realizar alguna manualidad, leer, escribir nuestros pensamientos e intereses, decorar, tejer, coser, cantar, regar las plantas, bañarnos tranquilamente, ver la televisión, navegar por internet o salir a dar una ligera caminata, entre otras opciones. La idea principal es realizar lo que más nos gusta. También podemos reunirnos con nuestros amigos, salir a desayunar, ayudarles a realizar una tarea, jugar, ver algún deporte o simplemente platicar, ya que la convivencia social nos ofrece innumerables beneficios tanto físicos como psicológicos, así como el mejoramiento en el estado de ánimo, el cual es visible inmediatamente, ya que sentirnos parte de un grupo social nos causa alegría y la felicidad forma parte de esos momentos que nos ayudan a liberarnos.

Ideas finales

Debemos considerar que el desgano que llegáramos a presentar no es frecuente, es muy ocasional, “momentáneo”, debido a que después de unas horas nos reincorporamos a realizar las actividades a las que estamos acostumbrados. De lo contrario, si pasamos días sin querer levantarnos, salir, comer o hablar con alguien, se debe acudir al médico de inmediato, ya que podría ser depresión, la cual debe ser tratada para evitar afectar nuestro estado anímico y de salud. Evita el aislamiento, no dejes de salir a la calle para realizar la despensa u otros mandados, y de acuerdo a tus posibilidades, si tienes la oportunidad de realizar un viaje, hazlo, no descartes conocer nuevos lugares. Debemos sentirnos independientes, útiles, amados, pero sobre todo debemos ser felices con todo lo que realicemos, ya que aún estamos viviendo, y debemos disfrutar hasta el más mínimo detalle que se nos presente, ya que hasta las peores noticias nos demuestran la fortaleza que tenemos para continuar. Recuerdo que mi padre antes de que mi sobrina se fuera dijo: “No tienen por qué sentirse mal, deben estar contentos, porque ella conocerá nuevos lugares, tendrá otras oportunidades, pero sobre todo nos demostrará que valió la pena y aprendió la manera en la que se le educó”.

Para más información:

Aiudo. (2022, septiembre). Los mejores ejercicios para la relajación de las personas mayores. Recuperado de: https://aiudo.es/ejercicios-relajacion-ancianos-personas-mayores/

Betten. (2024). 4 ejercicios de respiración fáciles y útiles para una persona mayor. Recuperado de: https://info.betten.cl/4-ejercicios-de-respiración-fáciles-y-útiles-para-una-persona-mayor

Molla, I. y Mendieta, J. (2012, octubre). Gabinete de psicología M&M. ¿Qué son las emociones? Recuperado de: https://www.gabinetedepsicologia-mm.com/2012/10/30/qu%C3%A9-son-las-emociones/

Morin, E. (1999). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Santillana.

Rey Ardid. (2022). Actividades significativas. Recuperado de: https://www.reyardid.org/blog/mayores-rey-ardid/actividades-significativas/

ATICULOS RELACIONADOS

1 COMMENT

  1. Creo que todos en algún momento de nuestra vida nos encontramos , tristes, solos o desmotivado por diferentes causas o sucesos que nos ocurren a lo largo de nuestra vida como un rompimiento con nuestra pareja, despido en el trabajo o hasta un desacuerdo con algún amigo que termina mal. Entre otras muchas cosas para mencionarlas y nos deprimen, pero con el tiempo aprendemos y las superamos. Cuando ya somos adultos de la tercera edad , creo que debe ser más frecuente la soledad y depresión , por ello debemos estar o pasar más tiempo con nuestros adultos mayores demostrando que tienen personas que les interesan y preocupan por ellos. Exelente el artículo y las experiencias con las cuales seguro muchos nos identificamos.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here