Por Gerardo Romo///Semillero65
Zacatecas,(19-03-2025).-Hace 43 años un grupo de jóvenes hombres y mujeres vieron en el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep), plantel Dolores Castro Varela de Zacatecas su única posibilidad de progreso y un cambio de vida que hoy, agradecen y ratifican siendo abuelos, abuelas, personas de bien jubiladas y con deseos de superación vigentes.
“Fuimos los que le sufrimos, no teníamos espacio, ni las máquinas y equipo suficiente, pero eso lo suplimos con un enorme deseo colectivo de superación, cuando egresamos en 1985 la gente nos menospreciaba porque hacíamos trabajos secretariales y poco a poquito tuvimos que empezar a demostrar nuestras capacidades todos mis compañeros y compañeras con apoyo de los maestros eramos muy capaces y nos convertimos en piezas clave dentro de Gobierno del Estado y en empresas como asistente y ser ejecutivos”, explica orgulloso Jorge Herrera Rodríguez, luego de ser reconocido con sus compañeros de la Primera Generación.
El Conalep sembró en aquellos jóvenes el deseo inquebrantable de la superación personal y la certeza de que el cambio social no puede ser de otra manera sino en racimo, colectivamente.
“El Conalep me dejó unas bases para poder salir adelante en lo personal, me formó tecnicamente me dio formación para poder seguir estudiando, hasta la fecha lo sigo haciendo, estudié maestrías y ahora quiero estudiar el doctorado de Historia del Desarrollo con la doctora Mariana Terán”, explica Jesús Cardona quien orgullosamente refiere que la suya es una familia Conalep pues sus hermanos, sobrinos después de él se forjaron en estas aulas su presente y futuro, así como una de sus hijas.
Cardona recuerda que en los talleres de Máquinas y Herramientas de Conalep tenía los mejores tornos en el Estado, “también teníamos unas máquinas Olivetti grandotas con las que recibíamos las clases de taqui y mecanografía, salimos bien preparados hasta en clases de inglés”, recuerda.
Desde su decreto fundacional en 1978 con el Presidente José López Portillo, el Conalep mantiene como su misión de proporcionar a sus egresados, altas posibilidades de inserción laboral en empresas o instituciones, en el ámbito nacional e internacional, así como, de continuar sus estudios de nivel superior, mediante competencias certificadas, contribuyendo al desarrollo humano, al fortalecimiento de la sociedad del conocimiento e incremento de la productividad y competitividad del país.
Y las egresadas de esta primera generación en Zacatecas lo demuestran:
“Fue muy bonito, estar aquí, hubo mucho compañerismo todas y todos fuimos muy entregados en los estudios y le pusimos muchas ganas a lo que hicimos, esa es la base de que ahora seamos unas personas exitosas, hoy tengo 62 años, no fue tan difícil hacerle frente a la vida porque las armas que me dio el Conalep me ayudaron para desempeñarme en mi trabajo y ser productiva”, dice Nancy Marisela Palacios Arroyo.
Ella trabajó en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y actualmente soy jubilada es jubilada de esa dependencia federal, donde se desempeñó como Secretaria Ejecutiva del Residente General delegado) a quien apoyaba en todas las áreas administrativas y le ayudaba a resolver problemas del día a día que sólo ella podía cumplir por su buen trato con las personas y el conocimiento que tenía de las labores que se desarrollaban en esta dependencia estratégica para el desarrollo del País y de Zacatecas.

Laura Tovar, otra de las estudiantes pioneras de Conalep explica que gracias a lo aprendido en estas aulas pudo con su esposo montar un pequeño negocio que les permitió alcanzar la independencia económica anhelada, vivir con dignidad y decoro.
“Estábamos bien chavitas cuando ingresamos aquí, fue un ambiente padrísimo, con una enseñanza muy bonita, los maestros y compañeros hicimos una amistad entrañable, me gustaba muchísimo la materia de taquimecanografía”, dice y celebra que después de ella su hermana Leticia también pasó por estos territorios de aprendizaje.
El buen nombre del CONALEP en Zacatecas se dio porque desde el principio su primera generación supo conducirse con ética y responsabilidad, valores que continúan hasta el día de hoy en esta comunidad estudiantil.
Uno de los egresados cuenta la siguiente anécdota:
-No mencionaré dependencias, pero en diferentes ocasiones recuerdo a un director de Gobierno del Estado al cual tuve la oportunidad no sólo de apoyar sino hacer proyectos ejecutivos y hasta implementarlos, hice con él proyectos como interpretativo en estudios de investigación e implementación de cargas impositivas- explica.
Hoy este egresado, es licenciado en derecho maestro en el Nuevo Sistema de Justicia Penal Adversarial en Juicios Orales y sigue ayudando a las personas que lo necesiten.
Claudio Esparza Castillo, director del CONALEP considera que el reconocimiento a quienes formaron parte de la Primera Generación es muy importante para que los estudiantes que hoy se forman aquí y tengan un sentido de pertenencia y valoren lo que las pioneras y pioneros de la institución lograron y cómo siguen construyendo una mejor sociedad.
“El testimonio de esta Primera Generación esperamos que ayude a nuestros estudiantes a que sepan puden convertirse en hombres y mujeres de bien”.
Incluso a sugerencia de Semillero65, el director plantea que los iniciadores de este proyecto Conalep den a los jóvenes pláticas de la manera como se desarrollaron y afrontan la vida.
Federico Alvarado Martínez, esta Primera Generación fue afortunada pues la buena preparación que recibieron combinada con una demanda de profesionistas importante hizo que ellas y ellos lograran buenos empleos pese al poco desarrollo y crecimiento del Zacatecas de los años 80 del siglo pasado.
“Después del Conalep vino para mi una licenciatura y después una maestría… y así hasta le fecha, nunca se termina de estudiar”.
El caso de Federico es especial, pues tras ser egresado de aquí regresó después de estudiar una licenciatura en idioma inglés para convertirse en docente de su alma mater durante 15 años, luego cursó una maestría en filosofía y también fue docente en escuelas de educación básica, se jubiló a los 62 años, pero de vez en cuando sigue dando clases de inglés a quien se lo solicita, pues lo que bien se aprende, nunca se olvida y también se comparte para ayudar a otros.
